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#Nota
##MarielaScarone
#LadoB
Poco mediática, inexperta con la tecnología y fuera del mundo de las redes sociales por voluntad propia, Mariela Scarone muestra el Lado B de una Leona que trabaja, estudia y defiende los colores celeste y blanco. La vida de quien es pieza clave del esquema táctico del equipo campeón del mundo y que en cinco años supo consolidarse y ganar el respeto de todo el equipo.
Tiene con qué, pero no se la cree. Mariela Scarone es dueña de una personalidad peculiar. Es callada, aunque clave en el campo de juego. Desde hace cinco años y con asistencia perfecta, integra el seleccionado, pero a pesar de eso siente que no tiene nada asegurado en el plantel y es por eso que se exige día a día para mantenerse. De alguna manera, su temor a quedar fuera del primer equipo nacional la impulsa a pensar en su futuro.
Apartada de las redes sociales, se siente cómoda llevando una vida lejos de los medios y no por eso se siente excluida del mundo Leonas. En HockeyRD, la dueña de la triple corona (estudio, trabajo y hockey), cuenta cómo es su vida en la Selección.
-¿Qué balance hiciste de la Liga en Londres?
-Fue un torneo nuevo, en el que hasta los últimos partidos nos costó darle la importancia que se merecía, como lo era una clasificación al Mundial. Al no enfrentar a rivales de mayor nivel, inconscientemente también te relajás un poco. Pero como dijo Manucho (Roggero), estuvimos predispuestas a hacer lo que nos pedían. Algunas no nos salieron, pero hay que darle tiempo. Obviamente no estamos en el mejor momento del año y creo el proceso es largo y apunta al Mundial. No hay que desesperarse.
-En este último tiempo cambió tu rol en la cancha, ¿cómo te sentiste al pasar de volante a defensora?
-Me gusta más ser volante, pero me siento cómoda y que el equipo confía en mí. Creo que de a poco le fui encontrando la vuelta, porque en un principio me costaba.
- ¿Percibís que de alguna manera perdiste protagonismo en este tiempo?
-Nunca lo tomé como una pérdida de protagonismo porque todas somos protagonistas, no sólo las que hacen goles.
-Estás en el seleccionado desde 2009 y en poco tiempo hiciste mucha experiencia, ¿cómo asimilaste ese crecimiento?
-A veces me pongo a pensar que este es mi quinto año y no lo puedo creer. Ni bien entré empecé a jugar de titular en todos los torneos. Es difícil mirar todo lo que hice en poco tiempo, pero una se lo ganó en los entrenamientos, y gracias a los entrenadores que confiaron en mí. Una va creciendo gracias a la gente que la rodea y al equipo. Sé que el plantel confía en mí y de hecho me lo han dicho: “Sentite un poco más importante. Sos parte de esto”. Pero me cuesta.
-Tenés un rol muy importante, pero lo haces de manera silenciosa. ¿Se debe a tu personalidad?
-Me cuesta tomar el protagonismo. Es más, cuando dieron la lista para los Juegos Olímpicos de Londres yo dudaba hasta el último segundo si iba a quedar o no. Recuerdo que era tan grande la angustia, que empecé a llorar ni bien empezaron a leer los nombres. Cuando me mencionaron fui feliz. Creo que en parte está bueno no acostumbrarse y tener ese miedo para exigirse en cada entrenamiento.
-Es extraño que lo veas desde ese lado y de hecho, ni bien llegaste, fuiste titular...
-Recuerdo que en el Champions de Sydney 2009, en la charla técnica antes del primer partido frente a China, el Chapa Retegui me mencionó entre las titulares. Yo pensaba que ese día sólo entraría cinco minutos. En ese momento me agarró un miedo increíble.
-Si no te sentías segura de tu continuidad en la previa a Londres a pesar de ser titular indiscutida, ¿esto que sucede ahora te provoca temor?
-Sí, pero tampoco es algo malo porque siempre pienso que un día puedo estar y al otro no, sobre todo si hay cambio de entrenadores. Eso a veces me juega un poco en contra, porque me pasa de tener un mal partido y quedarme maquinando. Yo sé que lo tengo que tratar, mucha gente me lo dijo (risas).
-Tiene un lado bueno y uno malo. Trabajás a diario para no perder tu lugar, pero te ponés mal...
-Sí, me bajoneo mucho y no debería, mismo con el tema del protagonismo. No me sale. Igual, a mi manera soy protagonista dentro de la cancha, me la aguanto en la posición en la que tenga que jugar.
-Ya que hablamos del protagonismo y la exposición, ¿cómo te llevas con las redes sociales y la tecnología en general?
-Mal. Tengo whatsapp y uso el Skype, pero no tengo Facebook, ni Twitter. No me gustan las notebooks. En casa tengo una compu de escritorio.
-¿Te manejas sólo por mails?
-Sí por mails.
-También por carta... (risas)
-Me encantaría. Siempre digo que es una lástima que no se escriban más cartas. Habría estado bueno recibir alguna.
-O sea que ni hablar de Ipod o Tablet...
-Nada de eso. Cero.
-Y ninguna relación de las redes sociales...
-Ninguna. Nada.
-¿Y por qué?
-En realidad desde chica nunca fui de esas a las que les gusta lo que estaba de moda. Hoy en día es algo que no lo siento necesario. A Facebook, como no tengo, entro al de mi mamá para ver las fotos de mi hermana que vive en Italia. No siento necesario interacturar a través de una computadora. El estar tomando un café y subir la foto a Twitter, qué le interesará al otro si yo me estoy tomando un café. Sí sé que hay gente que sigue a medios para informarse y eso está bueno. Yo prefiero el papel del diario
- ¿No te sentís excluida?
-No, ni ahí. Que me cargan, seguro. Por ejemplo, con Dani (Sruoga) dentro del seleccionado somos las que compartimos la habitación, nos levantamos temprano a desayunar. Somos un poco las abuelas y ninguna de las dos estamos muy metidas en las redes sociales. Siempre nos cargan.
-¿Pero sos consciente que es algo extraño en estos tiempos?
-Sí. Creo que en algún momento, no sé si las redes sociales, voy a necesitar saber usar bien una computadora. Pero hoy por hoy no siento la necesidad y no me interesa.
-Por tu personalidad, ¿no te querés exponer mucho en las redes?
-A veces pienso, qué le va a importar a la gente si yo pongo algo. A mi tampoco me interesa que a otras personas lo sepan.
-¿No tenés alguna compañera que te insiste con que te metas en las redes?
-No, en realidad mis amigas me insisten con que me haga una cuenta en Facebook sobre todo por las giras y los viajes .Capaz que en algún momento me hago una, pero no me imagino entrando a mi cuenta y subiendo fotos, me da fiaca.
-¿Sabías que hay una Mariela Scarone en Twitter, no?
-No... Sí sabía que hay una página en Facebook, porque me lo dijo mi mamá.
-Sí, de hecho tiene miles de seguidores.
-Lo vi porque me lo dijo ella. Me suele mostrar lo que dice la gente.
-Valga la insistencia... ¿no te quedás fuera de las charlas cuando hablan de Hashtags y Trending Topics?
-No es que me sienta fuera. Son temas que no me interesan. De hecho las chicas muchas veces toman fotos y las publican comentando “estamos en la habitación” y no me molesta para nada aparecer. Tampoco soy tan anti. Parezco, pero no. Siempre fui así, desde chica. Por ahí salía una Barbie que todas querían, pero yo no la pedía para no hacerle gastar plata a mi mamá. Siempre fui de no querer lo que todos querían. Calculo que fue por la educación que me dieron mis padres.
-¿Cuáles son las cargadas comunes que te hacen?
-Ahora están más tranquilas, pero en algún momento a Dani y a mi nos decían Betty y Vilma, de los Picapiedras.
-Hoy por hoy el Twitter funciona como un ingreso económico, por hacer publicidad en tus seguidores. ¿No lo pensaste por ese lado?
-No, es que tampoco nunca me lo propusieron.
-Y si viene una empresa para vestirte y en un nuevo contrato te exigen tener un Twitter, ¿lo harías?
-Sí, supongo que no tendré problema si sólo entro cada tanto para decir algo al respecto. Igual no sé bien cómo funciona Twitter. Sería cuestión de hablarlo.
-En lo que respecta a la exposición, vos estás entre las menos mediáticas del plantel. ¿Es algo que vos lo querés así o lo buscaste?
-No sé si lo busqué o me sale ser así. No es que lo pensé, soy así. Me cuesta un poco y ahora, dentro de todo, soy más accesible. Antes, si me preguntaban de hacer una nota te decía que no porque no me sentía buena dando una nota. Es al día de hoy que me sigue costando. Creo que va de la mano de la personalidad que tengo.
-¿Te consultan mucho y vos rebotas entrevistas?
-No. No me consultan directamente, así que gracias chicos por confiar en mí (risas).
-Igual, es algo que te viene bien ¿o te gustaría estar más en los medios?
-Estoy bien así. De hecho mi papá me carga y me recomienda: “Para aparecer más, ponete al lado de Lucha en las fotos. Nunca te veo”. Me lo dice en chiste, claro.
-En un equipo con tanta prensa como Las Leonas, ¿te gustaría en un futuro tener más lugar en los medios?
-No, cuando deje de ser Leona quiero otra cosa para mi vida. Nunca pensé que iba a llegar al seleccionado. Fue algo que me llegó y no lo pienso como algo para un futuro. Sí, usarlo como herramienta de trabajo, porque de hecho ahora estoy trabajando en la Universidad de La Matanza y sé que por ser una Leona vienen más chicas.
-Tenés un rechazo a sentirte famosa o conocida, ¿no?
-Puede ser.
- No te la crees...
-A veces pienso: “¿Por qué estoy yo en el seleccionado?”. Después, pienso y digo que estoy ahí porque alguien me llevó y entrené. Porque al final me lo gané. Me cuesta mucho tomar el protagonismo y creérmela en en el buen sentido de la palabra.
-¿Es un tema que lo trabajás?
-Lo tengo que trabajar. Está pendiente (risas)
-Tu problema con protagonismo no se ve en la cancha, es decir, no te escondés en el partido...
-Cuando entro a la cancha me siento segura y juego a lo máximo, dejando todo. Pero a veces me agarra esa incertidumbre. Me suelo poner nerviosa antes de cada lista. Me pregunto por qué voy a quedar yo y no otra compañera. Eso no está tan bueno, por el desgaste mental que te genera.
-En algún momento mencionaste tus estudios, ¿qué estudias?
-Estudio profesorado de educación física. Me tendría que haber recibido hace un años, pero por el seleccionado me fui retrasando un poco. De todas maneras nunca dejé de cursar una materia o intentar hacer la carrera a mi manera. También empecé a trabajar en la Universidad de La Matanza a mediados de 2012. Se trata de un proyecto que apunta a toda la comunidad y no sólo a la gente de la Universidad. La idea es que entren en el Metropolitano y ya se está gestionando una cancha sintética. Hay un proyecto interesante. Ahora soy entrenadora y terminaría siendo coordinadora por el tema de los horarios del seleccionado.
-¿Estudiar a pesar de contar con una buena beca es algo que se habla con las nuevas camadas?
-En el Junior hay muy pocas chicas que estudian y no está bueno. Si terminás el colegio y pasás muchos años sin estudiar, le perdés el ritmo. Te cuesta retomar y tenés que pensar en el después.
-Sos una Leona que estudia y trabaja. Un caso único en este seleccionado...
-Bueno, las chicas estudian mucho.
-Pero no que cuenten con esa “triple corona”: ser Leona, estudiar y trabajar.
-Mientras que pueda pueda seguiré. Es un viaje ir hasta La Matanza los miércoles y viernes, y dos domingos al mes tenemos torneos. Sumado a la cursada del Profesorado.
-Es curioso: por ese miedo que tenés a no seguir en Las Leonas, buscás armar un proyecto de futuro para cuando no estés.
-Sí, eso es así. Recuerdo que en un momento estaba estudiando Trabajo Social y dejé. Entonces, mi mamá me dijo: “Si no vas a estudiar, tenés que trabajar porque yo no te voy a mantener”. Eso fue a los 20 años y me pareció perfecto. Trabajé en un local de ropas después.
-¿Te dan los tiempos?
-Cuando estoy con el seleccionado, los estudios y la universidad cuesta participar de reuniones con amigas porque estoy muerta. Pero bueno, me gusta hacerlo y no me quejo.
SCARONE X SCARONE
Soy Mariela Scarone y nací en Capital Federal el 4 de octubre de 1986. Mi familia está compuesta por mis papás y tres hermanos. Estudio Educación Física en el Romero Brest y trabajo con las actividades de hockey de la Universidad de la Matanza.
Me inicié en el hockey a los 5 años, en el club Comunicaciones porque mi hermana ya jugaba ahí. Cuando se disolvió el hockey ahí nos fuimos a Arquitectura, y en el 2003 me cambié a Ciudad de Buenos Aires, donde juego actualmente. Mi mejor recuerdo con el club se remonta al 2004 cuando salí campeona con la quinta y con la primera división. En el 2009 el Chapa Retegui me convocó a Las Leonas y mi debut fue en la Champions Trophy de ese año, de titular, en el partido ante China.
Como jugadora soy muy tranquila y tengo mucha paciencia. Me gusta armar las jugadas y observar todo el juego bien de cerca. Me destaco por el juego defensivo y quizás tenga que trabajar más la parte ofensiva y animarme un poco más a irme para adelante. El mejor recuerdo con Las Leonas es el Mundial de Rosario 2010, en donde le ganamos la final a Holanda. Mi cuenta pendiente con la camiseta Argentina es ganar la medalla dorada en un Juego Olímpico.