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#Nota

#Amor Seleccionado

#LadoB

Con edad de Juniors, Florencia Habif y Gonzalo Peillat forman parte de Las Leonas y del primer equipo masculino, respectivamente. Son novios desde hace más de un año y juntos vivieron la increíble experiencia de representar al país en los Juegos Olímpicos de Londres.

A orillas del Río de La Plata Gonzalo abrazó a Florencia y la miró a los ojos. "Mirá, yo estoy bien con vos y vos estás bien conmigo...", le dijo mientras esas palabras dibujaban en la cara de su amada una sutil sonrisa. Y aunque él no se animó a formular la gran pregunta, ella comprendió sus intenciones y le respondió con seguridad: "Sí, somos novios". Así fue que Florencia Habif y Gonzalo Peillat formalizaron el 8 de noviembre de 2011 una relación que, si se observa desde afuera, parece una más del montón. Pero no es así: ella juega en GEBA y él en Mitre. Ella es Leoncita y él integra el Sub 21 argentino. Ella también es una Leona y él también se destaca en el primer equipo masculino. Ellos son novios y viven un amor Seleccionado.

Si bien se tenían de vista gracias al Facebook, se conocieron personalmente en un torneo Argentino de Selecciones Sub 18 que se jugó en Salta a fines de 2010. Allí cruzaron las primeras palabras y no sólo pegaron buena onda, sino que también se dieron el primer beso. “Sucedió en el micro, en el viaje de vuelta mientras todos dormían...”, reveló Florencia con una mirada cómplice hacia su novio. “Sh, que nadie se entere”, bromeó Gonzalo.

-¿Cuándo empezaron a compartir tiempo juntos fuera del hockey?
-FH: Fue durante una época en la que yo estaba entrenando con Las Leonas y él con el Junior. Nosotras jugábamos amistosos contra ellos y siempre me volvía caminando con el resto de los juveniles hacia Avenida del Libertador para tomar el colectivo. Hablábamos hasta que un día me invitó a salir.
-GP: Como ya había buena onda y ella quedaba sola sin auto, caminábamos juntos. Recuerdo que un día nos fuimos a comer y después empezamos a salir.

-¿Hubo alguna presentación oficial ante la familia?
-FH: No... Al principio él iba a mi casa y yo lo presentaba como un amigo, pero después de un tiempo mi mamá me decía: “Dejate de joder ¿Qué amigo?”.
-GP: Pasa que los dos íbamos a la casa del otro desde antes de ser novios. Yo también decía que venía una amiga, pero después de dos meses mis padres me decían: “¿qué amiga viene todos los días a tu casa y se queda a tomar algo? ¡Dejate de joder!” (risas)

-¿Cómo se llevan con los libros?
-GP: Hice el CBC de Arquitectura y me quedó una materia pendiente y ahora me anoté para hacer el UBA 21 y la trataré de hacer. Me recibí de maestro mayor de obras en el colegio, porque iba a uno técnico que se especializaba en construcciones o electromecánica. Me incliné por las construcciones, así que elegí Arquitectura. Es una carrera que me gusta, pero es larga y con el Seleccionado se hace difícil estar al día, pero intentaré hacerla aunque sea de manera lenta.
-FH: Yo no estudio nada por ahora. Me pasó que en 2012 me anoté para el CBC, pero al tener un año intenso con Las Leonas no pude cumplir con la facultad. Fui a las primeras cuatro clases de Diseño de Imagen y Sonido y al tener que viajar a Australia por una gira, terminé quedando libre. Después, con toda la previa a los Juegos Olímpicos y demás, se tornó complicado retomar la carrera. Este año, con el Mundial Junior y la recuperación de la lesión también se volvió complicado, pero me anoté para hacer un curso de fotografía.

-Años atrás los jugadores entrenaban y luego estudiaban o trabajaban, pero ahora ustedes cuentan con becas que les permiten enfocarse en el deporte. ¿Eso está bueno?
-GP: Ahora con el apoyo del ENARD podes estar con el hockey al ciento por ciento y después tratás de hacer una carrera. No pensamos tanto en trabajar. En el club por ahí los más grandes nos cuentan que antes entrenaban y después se iban a estudiar o a trabajar. Nosotros somos chicos y vivimos con nuestros padres y por eso no necesitamos tanto un empleo, pero en el tiempo libre sí intentamos estudiar para no estar todo el día en tu casa haciendo nada. Hay quienes viven del hockey y están los que tienen una beca pero también estudian.
-FH: Estudiar, con los entrenamientos que tenemos ahora, es bastante difícil pero de a poco se puede. Por las giras resulta complicado hacer todas las materias que corresponden a un año, pero sí se pueden ir metiendo materias de a poco, como dijo Gonza.

-¿En qué comparten el tiempo juntos fuera del deporte?
-GP: Creo que hacemos todo lo que hace una pareja normal. Vamos a ver una película, a comer, a tomar algo...

-¿La pareja tiene un top tres de salidas?
-GP: Ir a comer seguro tiene que estar en primer lugar... Y después pedir helado.
-FH: Sí... Ir a comer, tomar helado e ir al cine.
-GP: Pasa que a los dos nos gusta comer... ¡Pero nos gusta mucho, eh! (risas)

-¿Y si bien aman comer, también cocinan?
-GP: Ahora no mucho, pero antes cuando ella entrenaba los martes y los jueves venía a mi casa y le hacía la comida. Y cuando yo volvía del club los miércoles e iba para su casa, cocinaba ella. Flor cocina variado, pero en lo personal me gustan sus milanesas.
-FH: Para mi, la especialidad de Gonza es el asado.

-¿Escondieron la relación en los momentos que entrenaban y estaban con el resto de los chicos por temor a la cargada o nunca hubo drama con eso?
-GP: No, una vez que nos pusimos de novios todos estaban al tanto. De todas maneras ahora mismo, a pesar de llevar poco más de un año de novios, todavía por ahí recibimos alguna pequeña cargada.

-¿Y Las Leonas bromeaban al respecto?
-FH: Sí, pero ellas la verdad que no tocaban el tema y no molestaban mucho.

-En lo deportivo, el año pasado quedaron entre los citados para ir a Londres ¿Cómo vivieron ese momento tan especial?
-GP: Fue raro lo mío porque yo me sumé al plantel faltando dos o tres meses. En un principio iba al CENARD para entrenar cortos con Jorge Lombi, pero después dejé de ir y faltando tres meses para las Olimpiadas me llamó Pablo Lombi para empezar a entrenar. En ese momento jamás se me cruzó por la cabeza la posibilidad de ir a Londres, más sabiendo que había jugadores que estaban en el exterior y no los habían convocado a tan poco tiempo del torneo. Cuando dieron la lista escuché mi nombre y ni bien terminaron llamé a mis padres para contarles que había quedado. Tiempo después nos enteramos que ella también iba y que viajabamos juntos para cumplir el sueño de cualquier deportista. Vivís experiencias únicas que no tenés en otras competiciones.
-FH: Yo llevaba más tiempo entrenando con el Seleccionado mayor que Gonza, pero nunca me imaginé a mi edad quedar en la lista para los Juegos Olímpicos y menos con las personas que tenía al lado. Lo veía bastante difícil... Cuando quedé lo llamé a él, que me estaba esperando en el estacionamiento. Bah, en realidad ni lo llamé. El me preguntó: “¿Quedaste?” Y cuando volví al auto le respondí: “¡Quedé!” Nos pusimos muy contentos porque íbamos a viajar juntos.

-¿Disfrutaron la experiencia como pareja?
-GP: La verdad que estuvo buenísimo. Casi siempre nos veíamos por las noches en un bar que estaba justo debajo de nuestro edificio. Había una tele y unos sillones y nos encontrábamos ahí tipo 10. Después, alrededor de las 12 nos íbamos a dormir porque al otro día uno de los dos jugaba.
-FH: Sí, la verdad que la pasamos genial. En lo deportivo es algo que soñás siempre y compartirlo con mi novio fue algo increíble. Nos veíamos donde también se encontraban Dani (Sruoga) con Lucas (Cammareri) y Carla (Rebecchi) con Jorge (Lombi). Charlábamos un ratito y después nos íbamos a dormir.

-¿Existían bromas entre las parejas?
-FH: Por ahí Jorge pasaba y decía: “¡Dale, a dormir!” Pero lo hacía a modo de chiste.

-Gonza, calculamos que si vos lo veías ahí a Jorge quería decir que todavía un ratito más te podrías quedar...
-GP: (Risas) Sí.. y si él se levantaba, yo decía: “Bueno, ya es hora de irse”.

-¿Qué momento los marcaron durante aquella experiencia en Londres?
-GP: Recuerdo que en la inauguración alrededor del pebetero se había llenado de gente. Era imposible llegar y hasta le hice upa para que ella pudiera ver, pero en un momento se abrió un hueco, nos metimos y quedamos al lado de la llama. La prendieron y estábamos ahí, en frente.
-FH: En la inauguración yo no tomé dimensión de lo que estaba pasando. No podía creer en donde estaba y más al lado de Lucha Aymar, la mejor del mundo. Tenía la mente en blanco y no pensaba en nada. Pero ahora recuerdo que compartí la cancha con ella y sé que es algo que no muchos lo pueden llegar a vivir. Es algo único.

-¿Con quiénes se tomaron fotos?
-GP: Nos sacamos con jugadores de la NBA... Con Usain Bolt no, porque era difícil al igual que el resto de las estrellas. Pero siempre que se armaba un tumulto de gente era porque había algún famoso y tenías que ir para ver de quién se trataba. Con los grosos del hockey nos cruzamos un par de veces, y un día libre que tuvimos fuimos a ver tenis. Vimos jugar a Andy Roddick con Novak Djokovic, con quien nos tomamos fotos porque al terminar el partido dio la conferencia de prensa justo al lado nuestro.

-En el plano deportivo se vivieron momentos duros ¿Cómo se apoyaron mutuamente?
-FH: A él le agarró un momento de bajón cuando perdieron contra España. Estaba medio deprimido y yo, como novia, estuve acompañándolo y tratando de cambiarle la cara fea que tenía. Lo escuchaba y trataba de calmarlo un poco.
-GP: En el Seleccionado el apoyo por ahí es mucho mayor entre los dos. Si perdemos partidos, tratamos de hablar y escucharnos para pasar el momento.

-Se fueron de vacaciones a Cuba y pasaron mucho tiempo juntos ¿cómo estuvo la experiencia?
-GP: Justo antes de salir el médico le dijo a Flor que podía empezar a trotar, así que cuando yo hacía mi parte de la puesta a punto que me habían dado en el Seleccionado, ella me acompañaba trotando al costado. En la parte física nos llevamos así, pero después en la convivencia estuvimos muy bien. El estar todo el día juntos nos afianzó más.
-FH: Sí, la verdad que sirvió para afianzarnos, como dice Gonza. Si bien nosotros compartimos mucho tiempo unidos aquí, es otra cosa. Es despertarse y pasar todo el día viéndonos.

-¿Qué tiene de positivo estar en pareja con alguien del alto rendimiento?
-FH: Está bueno, porque capaz que una persona que no está metida en el hockey no entendería esto de las giras y los viajes con el Seleccionado, como sí te puede comprender una persona que vive lo mismo.
-GP: Por ahí sería difícil si no estuvieras con alguien que hace deporte. Sería muy difícil decirle que tenés un viaje con el Seleccionado y que te vas dos semanas y después volvés para entrenar todos los días. Es muy difícil dejar de lado el tema hockey. Entre nosotros siempre metemos un comentario, más allá de que no estemos entrenando o en algún torneo.

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