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#Nota

#A 20 años del primer título mundial

#Retro

El 18 de septiembre de 1993 el seleccionado junior argentino derrotó a Australia en la final de la la Copa Mundial de la categoría y se quedó con el oro que marcó el inicio de una nueva era en la disciplina nacional.

Si bien la historia grande del hockey argentino la empezaron a escribir los varones muchos años atrás, el primer hito de Argentina en el marco internacional llegó de la mano femenina y se dio hace ya dos décadas con la obtención de la Copa del Mundo Junior en Terrassa 1993.

Dirigidas por Rodolfo Mendoza, varias de juveniles que siete años después fundarían Las Leonas estuvieron presentes y, sin imaginarlo, dieron el primer gran paso hacia lo que fue la revolución y explosión de la disciplina en el campo de las mujeres del país.

Con el único y gran objetivo de alcanzar las semifinales, las 16 chicas que vistieron la celeste y blanca en España hicieron su debut con un empate 2 a 2 frente a China. Luego perdieron el único partido en el torneo a manos de Alemania por 3 a 0, y en las fechas siguientes superaron Inglaterra (1-0), España (1-0) y Kenya (4-0). Las argentinas no habían jugado nunca con asiáticas y en la previa del torneo siempre la veían correr, hasta que les tocó enfrentarlas y sufrirlas desde lo físico.

El seleccionado se presentó en aquel certamen con una importante base de jugadoras con experiencia en el plantel adulto. “Este equipo -comentó su capitana Sofía Mac Kenzie en un diálogo telefónico con El Gráfico- viene trabajando desde hace mucho tiempo para este torneo. Con Arnal (distinguida como la mejor arquera del campeonato), Bertoni, Castelli, Ferrari, Gambero, Grandoli y Oneto (goleadora de Argentina con 5 tantos) estuvimos compitiendo en Filadelfia, en la Copa Intercontinental, donde en mayores fuimos segundas de Alemania y nos clasificamos para el Campeonato Mundial de Irlanda ´94. Además, fuera de la cancha, el grupo humano que se fue formando es muy bueno. Esto nos ayudó para salir adelante en los momentos difíciles”.

En la recta final de la competencia, las dirigidas por Mendoza jugaron con cinco defensoras, dos en el medio y dos delanteras. Y por temor a ser estudiadas, practicaron las jugadas de los cortos en el hotel que compartían con los varones -fue un Mundial mixto-.

Sorprendidas por haber alcanzado las semifinales y haber asegurado dos partidos en la pelea por una medalla y el podio, las jugadoras nacionales fueron por todo y, conscientes de la realidad del equipo, el cuerpo técnico ideó la estrategia a seguir para los últimos compromisos. “La semifinal ante Corea y la final con Australia fueron partidos similares. Son dos equipos muy fuertes y corren muchísimo. Por esa característica les jugamos de contraataque y, por suerte, dio buen resultado. En esos dos encuentros apareció la capacidad goleadora de Oneto para definir de manera extraordinaria”, analizó en aquel entonces MacKenzie.

Según cita la crónica publicada por el diario Página 12 al día siguiente de la hazaña deportiva, “el equipo argentino se refugió desde el inicio del encuentro cerca de su arquera Mariana Arnal -la figura del partido- y apostó en todo momento al contraataque”. María Paula Castelli abrió el marcador a los 17 minutos y después el rival “se adelantó aún más en el terreno y comenzó a llegar cada vez con más peligro, aunque paralelamente debió sufrir cada una de las réplicas del equipo argentino que tuvo la oportunidad más clara de estirar la ventaja nuevamente en una jugada de corner corto, en la que Sofía MacKenzie no pudo anotar. Luego de que Australia empató (41´ Morris), todo parecía indicar que se debería llegar a los penales para conseguir una definición pero a diez minutos del final llegó el gol de Oneto (59´) que fue festejado ruidosamente por los jugadores del equipo masculino que acababan de perder frente a Inglaterra”.

“¡Claro que dimos la vuelta olímpica, si somos las campeonas mundiales!”, comentó con euforia Sofía poco después del encuentro. Aquel plantel, además, estuvo conformado por: Magdalena Aicega, Mariana Arnal, Jorgelina Bertoni, Gabriela Borio, Ximena Camardon, Julieta Castellan, María Paula Castelli, Silvia Corvalan, María Paz Ferrari, Anabel Gambero, María Grandoli, Vanina Oneto, Laura Perrone, Silvia Previgliano y Ayelén Stepnik.

El de Terrassa 1993 fue el primer y único título mundial en el historial nacional en la categoría. Cuatro años antes, habían finalizado sextas en Ottawa (Canadá 1989) y después obtuvieron el bronce en Seongnam (Corea del Sur 1997) y la medalla de plata en Quilmes (Argentina 2001), Boston (Estados Unidos 2009) y Mönchengladbach (Alemania 2013). El peor resultado en estos últimos 20 años fue el quinto lugar en Santiago de Chile, en 2005.

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